Visitas a la Isla de Cortegada
Cómo visitar cortegada, excursiones y rutas de senderismo por la isla
La Isla de Cortegada, luego de una larga historia de idas y venidas entre pobladores, empresarios inmobiliarios y quienes deseaban regalársela al rey Alfonso XIII para que allí fijara su residencia veraniega, fue recuperada y hoy forma parte del patrimonio natural de Galicia, dentro del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Y por su singularidad, ecosistema y entorno mágico, esta isla bien merece una visita.
Cómo Visitar Cortegada
Para visitar la Isla de Cortegada no existe un transporte público. Se puede llegar a ella embarcado, ya sea en barco privado (siempre con autorización) o con algunas empresas que ofrecen el servicio de traslado, aunque se debe tener muy en cuenta las mareas ya que debido al poco calado de estas aguas solo se pueden hacer viajes con marea alta. Otra forma de llegar a la Isla de Cortegada, cuando excepcionalmente hay mareas muy bajas, es andando por el Camino del Carro, el camino natural que une a la isla con el continente y que aflora justamente en la bajamar (aunque a los mariscadores no les hace mucha gracia que les pisen sus campos de cultivo de almejas).
Rutas de Senderismo en Cortegada
En la Isla se puede recorrer alguna de las dos rutas de senderismo, señalizadas para los turistas. Ambas rutas son de baja dificultad y tienen una duración de entre 45 minutos y 1 h. 15 minutos (3.2 y 2.1 km. respectivamente). Existe un punto de información en las inmediaciones del puerto que muestra los valores de la isla y las opciones habilitadas para recorrerla. Es un paseo sencillo y pintoresco gracias al relieve casi plano y la importante variedad de bosques y microclimas.
El punto de partida y de llegada de ambas rutas está próximo al antiguo poblado. La ruta más extensa es circular y bordea toda la isla. La primera parte del camino circula por la orilla oeste, dejando ver el resto de islotes que componen el archipiélago. Malveira grande y su singular bosque de rebollos, Malveira chica, el Con y Briñas, todos ellos en zonas de reserva.
La segunda, por su parte, atraviesa el el interior de la isla permitiendo admirar los magníficos laureles (es, de hecho, el bosque de laureles de mayor extensión en toda Europa) y otras especies como eucaliptus, robles y pinos, hábitat de valiosas especies como el espectacular Ciervo volador.
Algunas viviendas del antiguo poblado se han recuperado como servicios del parque, pero la mayoría perecen bajo la maleza.
Algunos datos sobre la Isla
Cabe aclarar que el cupo diario de visitantes a esta isla es de 125 personas y los grupos deben ir siempre acompañados de guías autorizados. En la caseta de información de la isla, en otras oficinas o en el Centro de Visitantes del Parque, se puede solicitar toda la información necesaria como horarios, puntos de embarque, servicios, etc.
Cabe recordar que sólo se puede circular o por los caminos destinados a uso público y que por motivos de conservación y paisajísticos, no hay papeleras: los visitantes deben llevarse los residuos que generen (incluidas colillas) de vuelta al puerto de origen.